Claro que influye que la voz me recuerde tanto a la de Jaime G. Soriano de Sexy Sadie, grupo al que principalmente me siento transportado cuando le doy al play a cada uno de sus discos, ya que ellos fueron parte importante de mi pasado reciente.
Pero la base de su música es un grunge de factura menos densa (a pesar de que su nombre venga inspirada de una canción de Soundgarden, que lo eran todo menos poco densos) y destinada a buscar la melodía, algo que les acerca a grupos como Silverchair o los primeros Nada Surf.
De piel de gallina al escuchar There's Something Around, un medio tiempo emocionante, intenso y explosivo; más british en la onda de Placebo en la redonda Superpower,o "pearljameros" en Brave, Free.
Uno de esos discos necesarios para volver a esos mágicos 90, con una producción actual que revitaliza el estilo, cosa extremandamente difícil, y que me hace tener sueños húmedos al idear en mi mente un posible dueto con el gran Eric Fuentes. Altamente recomendado si viviste con intensidad la era dorada de Seattle o los inicios de nuestro indie en que todo sonaba menos blando. Disfruta de sus inmensas canciones en su página Bandcamp.
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