Prueba superada. Hace tiempo que tenía ganas de estar publicando esta reseña, incluso años, pero como dicen los sabios, todo lo bueno se hace esperar y más como es el caso, la espera vale la pena. Y es que estamos hablando de un mito personal desde los tiempos de Selenitas y eso no es moco de pavo, ya que es parte relevante de la biografía de uno.
A día de hoy puedo decir que tenemos alguna hazaña en común, y que todo empezó aquella noche del BAM a la que me fuí a Barcelona una noche antes de lo previsto para verle en directo y Cris, que le encontró en un bar tras el concierto, grabó un vídeo-saludo para el menda con su cámara de fotos y que propició el primer contacto.
Tras eso, tres conciertos telúricos en Casa Maso (Tortosa) muchos y gratos recuerdos de este Peter Pan de la música, y sobre todo, muchas ganas de que vuelva. Y lo principal, que despliegue de nuevo su lírica canalla y soñadora, esa que nutre este inmenso trabajo.
Canciones que ya forman parte de mi vida como No Más Lágrimas, casi una habanera que siempre he imaginado cantada en una taberna de marineros con la copa en alto ademas de todo un canto a la positividad; la inmensa Siempre Hay Un Camino, probablemente mi favorita si tuviera que elegir y que siempre me hace pensar en esa personita especial por trazos como "así que no voy a soltarte, así que agarrate bien fuerte al caminar, porque yo voy contigo a cualquier parte, y si la vida nos separa en estos años, siempre habrá un camino que nos volverá a juntar". Sobran más explicaciones...
El piropo hecho canción que es Nadie Como Tú; el rock empático de La Distancia; el maravilloso power-pop de la inicial (y la que siempre pincho) La Cuenta Atrás; el bello lamento acústico que es ¡Que Estupidez!; su declaración de principios total Esta Vez No Pierdo El Tren o cualquiera de las canciones que conforman este disco deberían ser parte de las vidas de todos y cada uno que estéis leyendo estas líneas.
Y me guardo un rincón aparte para Nadie Se Resiste Al Amor, con la que titula el disco y que hemos visto revisitar en la divertida campaña promocional a Love Of Lesbian, Sidonie, La Habitación Roja y Leiva. Una canción cargada de ese costumbrismo de a pie, gamberro y real, romántico y salvaje que va implícito ya en el personaje.
Lo dicho, nadie se resiste al amor, pero después de esto seguro que nadie se resiste a Carlos Cros, un artista y un amigo, enamorado de la vida y de la música, de su música que seguro que nos salva más de un día a muchos. No dudéis en hacer la prueba. Se te quiere "nanu"...
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