Andamos los telúricos felices por poder estar reseñando otro nuevo trabajo de alguien a quién tanto admiramos y queremos como es Iván Marcos, que para nuestra suerte está de lo más prolífico y haciendo cosas sorprendentes y originales en cada uno de sus pasos.
Para este Personal Computer, como su propio nombre indica a obviada toda instrumentación que no sea su computadora, cosa que no quita para nada que cada una en su pequeña parcela no tenga su magia especial, cosa que sería muy extraña viniendo de quien viene.
Yo que adoro su música (no en balde es nuestro disco de la semana), y que gracias a él tengo en formato físico toda su discografía en solitario. debo decir que aquí ha creado a mi entender su canción más perfecta, Blame It To Matisse, con unos aires a The Beatles que tiran de culo y que enamoran a la vez.
Además ha querido homenajear a uno de sus (y nuestros ídolos) por desgracia fallecido recientemente como es David Bowie en la espacial Still Shining (Blackstar Memory) con la que agradecerle todo lo que le ha dado desde que de adolescente llegara a sus manos el disco Hunky Dory, además de obsequiarnos con delicatessens marca de la casa como It's Not For Me o ese final brillante que es Closed y que nada tiene que envidiar a la mítica sintonía clásica del Dr Who.
Uno de los méritos principales de este magnífico trabajo es que mientras tanto no deja de entregarnos su revisión una por una del 69 Love Songs de The Magnetic Fields ( de la que por cierto ya lleva 50), creando cosas con el pseudónimo de Chuli, Chuli, Plane o entregando versiones increibles pasadas por su espacial filtro. Un grande.
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