Me resulta fácil y difícil a la vez hablar de una banda que tanto quiero y admiro como son Ada Van, ya que he ido disfrutando todo su recorrido y su forma de hacer, pero por otro lado no son de ponerlo fácil al oyente con sus mensajes tan lúcidos como crípticos. En resumen, una línea general seria y ascendente que deberían tomar de ejemplo muchos.
Tras una intro como Obertura En Sol Mayor a modo de mandamientos a seguir, entra en acción Modo Torbellino, de donde nace el título de del disco, y que está dotada de una fuerza para dejar con el culo torcido a cualquiera. Le va a la zaga el single Resplandece, que por mis santos cojones, podría haber estado presente en el Antics de Interpol y no hubiera desentonado para nada (incluso podría haber subido el nivel).
Recuperan de su ep anterior La Fiesta Del Cordero, pero lo hacen acompañados de uno de nuestros héroes (y también amigacho) Carlos Cros (nanuuuuuu!!!), poniendo su rockera garganta a disposición de este temazo, cosa que también hacen con Hans, esta vez con Vitto de Odio París, y en que la forma de desgranar las palabras de Tito me ha hecho pensar en momentos gloriosos de Radio Futura, concretamente en Han Caído Los Dos, mi favorita de la banda de los Auserón, pero con el plus de la rabia y al poderío que tienen como imprenta personal.
Me queda la duda de porqué canciones como La Bicicleta Superior, y sobre todo Síndrome De Vichy, con trazos tan brutales como "pero no nos metemos en la vida de nadie, nos limitamos a sobrevivir, mirar inocentemente este mundo terrible, y decir que sí", no se han convertido en hits e himnos de nuestra escena independiente, ya que otros con menos gracia, talento y carisma si que lo han logrado. Supongo que la pregunta quedará flotando en el aire sin respuesta...
Solamente espero que tengamos Ada Van por muchos años, que sigan entregando discos tan intensos e impactantes como el que nos ocupa, y si tenemos la suerte que se impliquen cuando hagamos alguna de nuestras "mierdas"(para el recuerdo queda la fulminante versión de Gala que hicieron en nuestro Maquineo Telúrico), pues la felicidad ya será completa. Discazo...¡y punto!.
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