Yo como en cada disco de Muse me pongo el disfraz de defensor de las causas perdidas (pero nobles) y en este caso de nuevo me siento seguro bajo el amparo de estas canciones para solamente decir cosas buenas de Bellamy y los suyos.
Tras un single de presentación como Dead Inside, muy marca de la casa (y ojo, sin estribillo) y de esos que quizás no entran a la primera pero que cuando se clavan no los sacas, y el siguiente, la espléndida Mercy, nacida para ser un nuevo clásico de la banda con ciertos toques de producción de alma ochentera, disfrutar de este disco se me antoja una muy fácil tarea.
Con una base stoner rock y con la estela de Queen sobrevolando en las voces, Defensor es otra de las reivindicaciones de este trabajo para quién suscribe estas líneas; lo mismo que la intensa Revolt; la casi marcial Psycho en la que el vocalista parece incluso al mismísimo Marilyn Manson en algunos tramos; o la simplemente deleitante y maravillosa The Globalist, a la que me hallo entregado a sus más de diez minutos de duración por completo.
Una portada brutal del artista Matt Mahurin que refleja claramente la sociedad en la que andamos metidos, perfecta para acompañar unas canciones que siguen los mismos patrones en cuanto a mensaje (incluso más aguerridos) que en anteriores ocasiones. Un disco de notable muy alto y que seguramente se colará en las primeras posiciones de mi top internacional del año.
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