El que es seguramente la figura principal de lo que es el rock en este país, el gran Miguel Ríos acaba de cumplir 72 años, y por esta razón he querido que el clásico de esta semana fuera dedicado a este maestro, aunque no es la primera vez que protagoniza esta sección.
Recuerdo descubrir sus canciones en ese momento entre la infancia y la pubertad tan complicado y rendirme ante tal despliegue de talento y energía, inaudito en todo lo que había escuchado hasta la fecha, cosa que además modelo mis gustos hasta día de hoy. Por desgracia, recientemente gente del pelaje de Il Divo o Pitingo se han encargado de destrozarla, pero vaya...
La canción que nos ocupa, Himno A La Alegría, estaba incluida en su segundo disco, Despierta, y está basada en el cuarto movimiento de la novena sinfonía de Beethoven, además de contar con los arreglos musicales a cargo del inmenso Waldo de los Ríos. Se convirtió en un éxito comercial a nivel internacional alcanzando en el número uno en las listas musicales de Australia, Canadá, Alemania, Suiza, y en la lista Easy Listening de USA.
Pero a mi no se me olvidará jamás que fué de los primeros conciertos que ví, concretamente en Tortosa, y al arrancar los primeros acordes de Bienvenidos, dijo un "buenas noches, hijos de puta", que provocó que el alcalde y resto de burgueses carcas de la ciudad huyeran al segundo con cara de indignados. Desde ese momento se convirtió en referente musical y personal del menda.