Tanto Northern Sky como servidor hemos creado una especie de militancia y/o preferencia por la propuesta de Beladrone forjada a base de singles impepinables y con unos mimbres que nos transporta a algunas de nuestras bandas favoritas de los 90's.
Ya siendo fan de Blacanova y de Martes Niebla, de los que siempre nos hemos deshecho en halagos, ahora como Beladrone nos matan y rematan con este Andévalo, un viaje sonoro por la provincia de Huelva y que arranca con la espectacular La Flecha, shoegaze de muchos quilátes y culmina por todo lo alto con Las Monjas, en la que la rítmica electrónica solamente suma a la distorsión y a las voces casi espectrales que nos clavan esa letra entre mística y misteriosa en cada poro.
Pero entre ellas, tremendas canciones como El Valle, con la que l@s fans de Joy Division deberían deshacerse de gusto; Cemento, noise-rock de con una lírica un tanto críptica que engancha de entrada; o la simplemente magistral Palacio Oscuro, que bien podría ser la banda sonora del Apocalipsis que está al caer; nos muestran que aquí hay mucha tela que cortar. En fin, todas y cada una de ellas son justas y necesarias en este trabajo de ocho canciones, armado con criterio y con unas formas que destilan sinceridad y amor absoluto por sus referentes sonoros. En fin, que no puedo más que recomendarlo fervientemente y a poder ser, escucharlo cada vez de principio a fin para no perderse nada.
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