Me enfadé conmigo mismo cuando me dí cuenta que siendo este el cuarto disco de los sevillanos Blacanova, todavía no había reseñado ninguno de ellos. Me podría excusar con la realidad, esa de que con tan pocas manos no se puede llegar a todo, pero en este caso, gustándome como me gustan, pues la cosa tiene delito. Vamos a solucionar eso...
Armando Jiménez e Inés Olalla consiguen de forma perfecta (incluso diría matemática) que sus voces empasten a la perfección tanto cuando cantan conjuntamente o de modo individual, y claro, así se logran piezas de orfebrería sonora como El Arte De Amar, con la que empiezan el disco, y nos meten de lleno en una atmósfera única y personal de la que es imposible salir hasta que no termina Canción Ligera, con la que cierran el disco de un modo más bien oscura, ya que musicalmente se nota que bebe del post-punk primigenio de bandas como Joy Division.
Entre la una y la otra, canciones del calibre de Una Mujer Venezolana, con unos sintes que por momentos nos pueden transportar al Heroes de David Bowie y que para mí es el hit del disco junto a Zoe, justo la que va detrás suyo en el tracklist, y que es un verdadero pepinazo sónico.
Leí en la nota de prensa que van a tomar un descanso indefinido al grupo para dar salida a nuevos proyectos, cosa que esperemos que sea por poco tiempo, que regresen en el más breve espacio posible, y que lo hagan con más temones tan buenos como estos, o incluso mejores si eso fuera posible. Por cierto, ¡pedazo de portada!.
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