Un grupo que se cataloga a sí mismo como electropop costumbrista de extrarradio, merece para siempre mis respetos. Ladilla Rusa, dúo formado por los periodistas Tania Lozano y Víctor F. Clarés, no dan puntada sin hilo aunque de buenas a primeras que están solamente para divertir y divertirse (cosa de lo más necesaria) en el que es su primer trabajo discográfico.
Canciones como Estado Del Malestar, que además da título al disco, en las que no dejan títere con cabeza (de Pujol a Undargarín, del rey emérito al caso Palau) y en la que reparten zascas a diestro y siniestro con absoluta valentía para los tiempos que corren; el hit del año (y de la década) que es Macaulay Culkin, tecno-rumba quinqui que no debería faltar en ningún guateque que se precie; al que le va a la zaga Bebo (De Bar En Peor), apología de la vida contemplantiva y nocturna (por decirlo de algún modo) con la que seguramente tras la primera escucha la arrastraréis todo el día y la acabaréis usando en vuestras noches más locas.
Para nada se quedan cortas Encarni Encarnae, la que espero que no falte y sea éxito en todas partes, pero sobre todo en los autos de choque en festes de Roquetes (o incluso de Tortosa), bailable hasta la extenuación; ni el electro-punk de Princesas, rebelde y deslengüada; o en ese sentido guiño-homenaje a ritmo de tumbao a Diego El Cigala que es Atrás. Por todas estas grandes razones, es nuestro disco telúrico de la semana, claro está.
Resumiendo, que si los Ladilla Rusa no existiera habría que inventarlos, y más en estos días en el los límites del humor y de la libertad de expresión están demasiado marcados. Son "espècies protegides"en toda regla (guiño, guiño) y esperemos que lo sigan siendo por mucho tiempo, para que no se callen y además nos dibujen una sonrisa como aquí han hecho.
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