Que gusto da pulsar el play cada vez que Pablo Maronda y sus secuaces editan disco, ya que casi sabes antes de hacerlo que por una lógica aplastante te acabarán gustando todas las canciones que componen el disco, cosa que por el momento, al menos a mí, nunca me ha fallado.
Y aquí en Vibraciones, disco en el que encuentra de forma natural nuevos caminos sonoros tanto eléctricos como electrónicos vuelve a suceder, todo sin perder ese sello personal que tanto nos gusta y que nos transporta al mejor pop del pasado, cosa que ya de entrada tiene muchísimo mérito.
Canciones impepinables hechas con maestría de artesano como Pastoral De Tierras Baldías; un single de aire noise-rock como Quemando Cromo y en la misma línea sónica, Brindar Con Detergente; la (al menos para mí) perfecta Improvisado, con una letra que me hace caer la lagrimilla pero con la que es inevitable bailar; y así continuaría con todas y cada y deshaciéndome en halagos con todas y cada una de ellas.
Decir que en algunos momentos he notado, y quizás solamente es una relación mental del menda, pero la mano de Marc Greenwood tanto aquí como en La Habitación Roja, hace que este y los últimos trabajos de los de L'Eliana suenen bastante acordes en cuanto a sonoridades, cosa que solamente puede ser buena. Sois muy grandes...
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