Una reseña a la que le tenía ganas la que nos ocupa, ya que desde la primera escucha de Corales, primer corte de este Pripyat Estaba Por Aquí supe que estaba ante un trabajo de lo más especial, y que en un mundo justo debería ensanchar un poco más su público potencial.
Se trata de una canción que por la forma de escribir, la forma de expresarla e incluso expulsarla de sus adentros, nos pueden hacer pensar tanto en bandas recientes como Vetusta Morla, o por momentos a los Héroes Del Silencio de Avalancha, cosa que creo que solamente debería sumarles a favor, y que son influencias que sobrevuelan en la mayoría de los temas del disco.
Seguimos con Estación Cero, canción con la que pronostico (¡uy, que avispado!) que la van a liar parda en los directos, ya que tiene las dosis necesarias de épica y de energía para atrapar a cualquiera; la reflexión necesaria de la brillantísima Recapitular; o ese cierre por todo lo alto que es Videntes Anodinos, en la que consiguen crear una atmósfera en la es imposible no dejarse llevar por el mantra de sus palabras, por otro lado tan necesarias de escuchar "van calando están muy finos, los videntes anodinos" // "y nos meten por castigo lo que consideran es lo genuino" // "nos quejamos de lo mismo, de panfletos televisivos").
Lo peor del disco, que con ocho canciones te quedas con ganas de mucho más, y más visto lo visto en todas y cada una de las que conforman el trabajo que nos ocupa. Todo servido con el calado de la voz de Irra Gómez, que multiplica por millones la credibilidad de lo que nos explica, además de dotarla de un carisma poco habitual en nuestra música independiente actual.
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