No creo que me vaya a extender en exceso, así que más bien sea un articulo pequeñito y resultón, nunca tratando de molestar o polemizar, aunque si pasa mala suerte. Se trata solo de opinar lo que uno piensa, sinó, ¿para que sirve tener un blog en que soltar tus neuras?, digo yo.
Vivimos una época que a pesar que la radio-fórmula tiene los días contados al menos en cuanto a ventas hiper-millonarias por las múltiples vías de acceso a todo tipo de música, nos hacen quizás más devoradores de todo tipo de estilos, aunque como todo, también tiene su parte mala.
Confieso haber seguido carreras como la de R.E.M. y adorarlos del primero al último, de Pearl Jam lo mismo, o aquí los nacionales Iván Ferreiro (desde el primero de Piratas), Love Of Lesbian, Carlos Cros (desde Selenitas), Sidonie, La Habitación Roja, especialmente Los Planetas, al menos en cuanto a completismo, etc...
Todos ellos han tenido discos mejores o peores para la gente, pero nunca por ello les he abandonado ni criticado por hacerme el trendy, como veo que hace la mayoría, no sé aún la razón de ello, ni tampoco me interesa. Incluso con Lori Meyers, que el último trabajo me dejó más bien frío congelado, o Radiohead (que no me convencen desde Ok Computer), e incluso Björk que poco a poco, me parece que se va cargando su particular legado con cafradas, les sigo respetando y admirando a pesar de los pesares.
Son tiempos de productos de temporada, de no preocuparse de una carrera, sinó de que grupo será el puto hype moderno de turno, de saber las canciones antes de que las graben, incluso las escriban, y además de eso, darles importancia no merecida (siempre a mi entender) en festivales varios (los más guays, claro), escenarios gigantescos, dejando a quizás gente más veterana, con una calidad totalmente más inmensa, comiéndose sus sobras en las horas de sol.
En fín, así va el negocio, y por mucho que diga aquí nada cambiará, más bien al contrario, seguirá creciendo y creando monstruos anti-musicales y tendencieros, que lo que hacen con la música, bien o mal llamada indie, es cargársela e infravalorarla a los ojos de la demás gente que ya de por sí, no es demasiado partidaria de esta etiqueta. Solo es una opinión de un pseudo-crónista medio febril, así que espero que sea tomada como tal. Yo me consideró, como Nick Hornby, alguien con alta fidelidad...
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