Tres trompazos así de entrada : el nombre genial del grupo que tiene mucho que rascar; el largo título del disco tirando a surrealista y que nada más darle al play te suene a modo de intro el ritmo marcial e intrigante de la instrumental White Zombies, que prometo usar en el inicio de mis noches pinchadisqueras.
Su sonido es una batidora bien agitada de estilos, en el que cabe el pop ascendente y mutante en el hit-single Barbara Allen; una suerte de hip-hop lubrificado en el que atisbo un sampleado de guitarra a medio camino entre Beck y Nirvana en Dime Quien Soy; el recuerdo de los primeros Depeche Mode en la titular En El Piso 19; o el ramalazo lisérgico a lo Madchester de Desenfocado.
También hay un lugar para las covers (o revisiones) como queramos llamarle y de las que nos declaramos fanáticos a más no poder, y lo hacen con el A Horse With No Name de los America, que claro, titulan Un Caballo Sin Nombre, llevada a su terreno, como se hacen las que están bien hechas.
Místicos De Cafetería destilan soltura y bocanadas de aire fresco en este a veces saturado y repetitivo circuito de bandas de factura independiente, y nos ponen a bailar a la par que nos hacen darle al coco, así que prueben a ver que les parece...
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