Cuando escuché este Sun Structures por primera vez supe que estaba ante ese disco especial que llevaba años esperando, un disco que demuestra que la nostalgia es un arma cargada de futuro como bien decía el poeta, y que su revisión actualizada de los sonidos sesenteros muchos la andábamos anhelando.
Desgranan canciones sublimes, como por ejemplo The Golden Throne, que suena como unos Kula Shaker con matices; Shelter Song, una exquisitez a medio camino entre los legados de The Move y The Beatles; Mesmerise (simplemente gigantesca); o con la increible belleza Colours To Life, más propia de 1968 que del año actual y que puede transportarnos hacia bandas inolbidables como The Zombies.
Pero por muy increíbles que sean las citadas, no estamos ante una banda con singles certeros, ya que el disco es necesario escucharlo cada vez del tirón pues no hay en absoluto desperdicio alguno, y es que todas las canciones van vestidas con esa patina añeja y esa magia atemporal.
Además, si por eso fuera poco, me han salvado mis intros de pinchadisqueo con A Question Isn't Answered, que sumando palmas y épica es capaz de conseguir una atmósfera especial y único, y que espero que ponga en alerta a esos amantes de lo que se hace decir buena música, por encima de estilos, tendencias y gustos personales. Un disco para disfrutarlo a cada escucha más y más y que reseño justamente hoy por mi total enamoramiento hacia él.
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