Me parece tan valiente como bonito que con motivo del 72 aniversario de David Bowie, una banda se atreva a reinterpretar un clásico del genio británico como The Rise and Fall of Ziggy Stardust and The Spiders from Mars. Lo mejor de todo es que doblan la apuesta y lo hacen con un doble disco, en solitario uno y con colaboraciones de lujo el otro y salen ilesos y vencedores de esa aventura.
Aunque me gustaría concentrarme en el de las colaboraciones, ya que me encanta catalogarlo como una verdadera gozada y que cada canción escogida le sienta como un guante a las guest stars, empezando por It Ain't Easy junto a un Mikel Erentxun exultante de formas; la simplemente espectacular revisión power-pop de Star junto a Ken Stringfellow; o como Julián Maeso se apodera del Moonage Daydream con un derroche de personalidad abrumadora.
Pero como cada persona, y sin infravalorar ninguna de las aportaciones, destacaría mis dos debilidades de este disco por adoración personal son las que hacen junto a Paco Loco (seguramente el mejor productor de nuestra música) con una de mis favoritas del Duque Blanco como es Hang On To Yourself, de la que recogen totalmente la esencia glam-rock y sobre todo, sobre todo, Sufragette City junto a ese tótem del pop que es Luis Prado, al que le he visto interpretarla en directo además, y que le otorga su maestría a las teclas con un resultado brutal.
Tanto un disco como el otro, resultan un homenaje brillante a la figura más importante de la historia de la música moderna (y seguramente y desde mi humilde opinión de toda la historia), que se puede disfrutar con una sonrisa de oreja a oreja y sin miedo alguno a la decepción, ya que se nota que está hecho desde el corazón y desde la más profunda admiración al personaje.
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