Nos llega el nuevo trabajo de la banda de Dan Smith tres años después del magnífico Wild World, disco que seguro ganará con el tiempo y que personalmente me trae maravillosos recuerdos con todas y cada una de sus canciones. Se trata de una obra conceptual que nos explica hechos acontecidos durante el transcurso de una noche hasta que llega la primera luz del día.
De ese modo, entregan clásicos inmediatos como Bad Decisions, que con ese sonido marca de la casa muestran arrepientimiento ante decisiones tomadas y que ya no tienen solución; Quarter Past Midnight, single en el que su líder despliega varios registros vocales para cantar a no saber valorar en su debido momento lo que tenía valor; Million Pieces, de querencia dance-pop y que por alguna razón me emociona más de lo debido por la perfección de su melodía cada vez que dice eso de "A million pieces, oh It breaks my heart into, a million pieces if it's gonna break me, won't you let me go...".
Me gustaría destacar dos canciones más, contrapuestas en sonido pero esenciales en el concepto del disco. Se trata de Divide, que a voz y piano nos habla de esas noches que no quieres que acaben, de rupturas y del mundo loco en que vivimos, todo a la vez. La otra en cuestión es Joy, broche magistral para un material sin fisuras, que hace que digamos adiós con un punto de positividad y euforia tras los altibajos acontecidos en los temas anteriores. Hubiera sido lo fácil copiar esquemas y fórmulas manidas, pero Bastille prefieren complicarse la vida y entregar obras que valgan la pena y superen las barreras del tiempo con dignidad. Y eso es digno de aplauso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario