Quién me conoce bien sabrá que tengo absoluta devoción por estos valencianos, pero tras varias escuchas, me he quedado igual que cuando ví El sueño de Cassandra de Woody Allen. No daré más explicación al respecto.
Esta vez recuperan por ejemplo, El arrozal de El pecho de Andy, que no conocía ni por asomo y es una de las que más me ha llegado; Imágenes de Glamour que tampoco ni de refilón y suena más que intensa; personalizan Quiromántico de Sr. Chinarro; y se apropían con talento de La evolución de las costumbres de La Mode.
Las demás, como sería el caso de Que tinguem sort de Lluís Llach, Disneylandia de Los Burros o La fuerza de la costumbre de Gabinete Caligari, suenan desangelados, falto de punch y de emotividad, que no de emoción, que quede claro.
Aún todo y con eso, un caramelito para los completistas del grupo y una forma más llevadera de aguantar la espera mientras preparan nuevas canciones propias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario