Dejaré claro antes de comenzar, que reseñar este disco es abrir un poquito mi alma para que se vea.
Un material, como diría el sabio, con el que están fabricados los sueños y que a día de hoy me sigue poniendo tan burro como entonces.
Un disco seminal (siempre había querido usar esta palabra en un escrito), pionero y valiente, por el sonido único en nuestro pop, salvo la honrosa excepción de Surfin' Bichos y pocos más, que intentaban labrarse un camino, en un panorama musical en que ya asomaba la cabecita la mierda predominante en nuestros días.
Un disco que quizá pecaba de excesos, pero eso a mi entender lo hacía gigante, no buscaba para nada la perfección sónica y se arriesgaba en estratégias tan anti-comerciales (recordemos que fué grabado con la multi BMG-Ariola) como canciones de más de 9 minutos como la inmensa La Caja Del Diablo, por poner un ejemplo.
Además en sus adentros himnos imperecederos el grupo granadino, que a día de hoy no han perdido vigencia y que nos siguen haciendo cantarlos a gritos con ese plus de rabia, con ese sentimiento, digamos Jesús, una de mis favoritas de su discografía con parrafadas en busca de la fé perdida como "solo enseñame para que pueda ver, porque en mi vida he fracasado una y otra vez..."; el lamento adolescente y primer hit del grupo Que puedo hacer, con un estribillo adictivo como pocos, "he pasado por tu casa 20 veces...", y que sigue sonando joven y fresco como entonces; la psicodelica y narcótica De viaje, para muchos un logro aún no superado por los granadinos, donde juntaban perfectamente el pop, la distorsión, el corazón y las ganas de descubrir nuevos mundos (en todos los aspectos); la increible letra de Si está bien, en la que J se nos transformaba en un Lou Reed patrio, y se preguntaba con la dura amargura de la normalidad "si está bien, si es tan fácil, porque duele así por dentro...".
Pero si alguna llegó a mi corazoncito por encima de las demás, fué por una chica con el nombre de esa canción, que me recomendó a unos granadinos que tenían un temazo llamado como ella, y como servidor bebía los vientos por la menda lerenda, me pedí el disco sin red, en la revista Tipo. El tema en cuestión era Brigitte, y realmente explicaba la historía que estaba viviendo. Y así entré en mi nuevo mundo musical.
Un año después y a pesar de no tener unas ventas exageradas, el disco se reedito con un Ep añadido, Nuevas Sensaciones, que en la canción titular seguía apostando por el camino de descubrir, descubrir y descubrir.
Y en esas siguen, sin entregar un disco malo, sinó algún disco menor, digníficando nuestro panorama musical de aire independiente, ofreciendo conciertos de esos en que la comunión con el público es carnal y pasional como pocas, y sin dejar de experimentar, eso si, paso a paso, que es como mejor salen las cosas, que como decían ellos en una canción del lisérgico disco Los Planetas Se Disuelven, los experimentos con gaseosa.
Uno de los discos de mi vida sin lugar a dudas, un clásico necesario en cualquier estantería que se precie, o en su defecto en cualquier biblioteca de pc que merezca un poco de admiración, jejejeje, espero que esto no suene a nadie talibán (eh, Martho!), y con esa portada para el recuerdo del genialísimo Javier Aramburu, del cúal, cuando me hice con una camiseta fué cumplir un sueño de juventud. Ahora ya no me entra, jejejee.
No se olviden nunca de Super 8, abrió muchos caminos y muchas mentes...
No hay comentarios:
Publicar un comentario