
Tras este realista título se esconden unas canciones que no aportan nada del otro jueves, canciónes vaporosas, flotantes y en algún caso, más aburridas que otra cosa, y que probablemente hubiera salido mejor parada del asunto con un mini-cd, antes que poner tanto relleno como me parece a mí que hay aquí.
Born to die, la titular, te atrapa en su misterio, con un ritmo envolvente y seductor (aunque creo que no había para tanto revuelo); Video Games me parece inspirado excesivamente (en la música) al I'll Stand By You de The Pretenders; la sedosa Million Dollar Baby que parece de otra época, y que no desentonaría para nada en la voz de alguna cantante de club en el Chicago de los años 30; o Dark Paradise, que con un puntito más de velocidad hubiera ganado en peligrosidad, a los excesos también demasiado bien vistos de Florence And The Machine.
En fin, ni tanto ni tan calvo, nada nuevo en el horizonte y un hype más, que a mi entender (que yo soy un pringado que solo tiene su humilde opinión) se queda en nada, o en un poquito más que nada, dicho de otra manera, que me aburre como una ostra.
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