Hace tiempo que dejó de importarme lo que opine el universo sobre mi objetividad y mis principios (que como dijo Groucho, "si no le gustan, tengo otros"), pero lo que me pasa a mi con Woody Allen deja clara mi total y absoluta falta de ella/os.
Aunque pusiera en sus películas la mierda más salvaje posible, solo por estar en alguno de sus films (incluso el dantesco Match Point o la insufrible Cassandra's Dream), me gustaría, aunque en el último caso, no me siento yo muy preparado para opinar sobre Phillip Glass, que es un hombre que siempre me ha dejado tan frío como su apellido.
Cuando se nos pone clásicote es cuando disfruto estos placeres culpables, (por demasiado buenos digo lo de culpables), como el imborrable Rapshody In Blue de George Gershwin; el Desafinado en manos de Stan Getz & Charlie Byrd, ese Did I Remember de Billie Holliday, hermoso hasta decir basta; las delicatessens de Benny Goodman & His Orchestra, Sing Sing Sings (impensable no pensar en el genio de las gafas de pasta al oirla) o la perfecta Moonglow; o ese South American Way de Carmen Miranda, presente en Radio Days, que cuando lo escucho no puedo pensar más que en mi amiga Annie danzante a ritmo del "canto do pregonero".
Puestos a ser algo críticos, decir que Giulia & Los Tellarini salen muy mal parados en las comparaciones con lo anteriormente citado, incluso con todo lo demás. Ya lo decía mi abuela que es mejor caer en gracia que ser gracioso.
Yo quiero vivir en una película de Woody Allen...
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