Se ha hecho un pelín larga la espera pero por fin podemos decir que tenemos entre manos el ansiado El Hombre Mecánico, de un artista único (recalco único) y quizás no lo suficientemente reivindicado en nuestra escena como es Pedro Marín.
Es fácil la empatía cuando sabes que de la producción del disco se ha encargado Stefano Maccarrone, líder de Mendetz y cabeza pensante de Abuelita Studios, cosa evidente en el sonido desde el primer momento, además de con el espectacular diseño del mismo.
Canciones como Te veo Bailar, simplemente redonda, nos pusieron sobre la pista de lo que se avecinaba, pero con canciones como Cómprame, toda una oda a la libertad en todos sus aspectos; Yo Sé, de letra valiente; Cumbres De Éxtasis, llamada a ser todo un himno de la noche; o lúdica y más superficial en cuanto a temática y no por ello peor, Sal, son los ejemplos para mí más adecuados para defender un trabajo tan fresco y a la vez tan currado como este.
Destacar también la oscura y realista The Saint, con un clip impactante y que ya fue vídeo telúrico en nuestra web. Si a todo eso le sumamos la eterna búsqueda de Pedro en cualquier cosa que tenga que ver con arte, saber que se ha encargado de la creación de todos los demás vídeos de los temas que conforman este disco, supongo que cualquiera será consciente de que estamos ante un trabajo con una idea y un concepto claramente definidos y que no abundan en estos tiempos de degustación musical efímera.
A modo de anécdota, decir que hubo quién formó parte de esta página y que con malas artes, después de casi burlarse, para luego hacerle su canción del verano, todo por saber las visitas que comportaba nuestro protagonista se supone. Por nuestra parte, sabe de nuestra admiración latente desde nuestros primeros pasitos y le queremos agradecer que nos hiciera participes de El Hombre Mecánico con antelación, lo estamos disfrutando en serio.
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