Pensaba que no se me notaría demasiado el cariño al principio de escribir esta reseña, pero al verla terminada, he tenido que poner este anexo al principio a modo de preaviso. Hay cosas en la vida que se antojan inevitables, y más con bandas que se han prestado a nuestras locuras con la ilusión y las ganas que ellos lo han hecho.
Caí en las redes de las canciones de The Harlock la primera vez que escuché la inmensa Bandit, incluida en su The Treas EP, a la que aquí han dado nuevos bríos, además de ser la protagonista del vídeo con el que presentar este más que necesario Love Sex Hate.
La característica voz de Toni, un cruce bastardo entre Jarvis Cocker y Leonard Cohen, de los que bebe solamente lo mejor, dota de empaque unas canciones cuidadas al detalle y entre las que Little Christine (la que pude disfrutar ya en sus primeras versiones maqueteras) y Tattoo On Your Skin, las que benefician de un alma pop de lo más brillante y están entre mis favoritas del disco.
Sin olvidarme para nada de piezas enormes como I Want To Dance This Vals With You, en la que se huele al Nick Cave de las primeras andanzas; Annie Dynamite, dotada de puro amor y romanticismo y con unos coros femeninos que le encumbran aún más a esa atalaya de las grandes canciones.
Muy mal se tiene que dar para que a la crítica especializada no le caigan las babas con este pedazo de trabajo en el que el talento y la honestidad brillan con luz propia, y para que no se hinchen a dar conciertos de esos que tengo entendido que son la polla, literalmente.
No quisiera olvidarme de recalcar el acierto de la portada, de mano de Jose Luis Algar, que me parece una perfecta puerta de entrada a las maravillas que esconde en su interior y la no menos exquisita aportación de Guille Mostaza en el apartado técnico. Gracias amigo (s) por estas canciones que seguramente serán banda sonora de mi camino venidero, y que digo con el corazón en la mano que tiene esa patina que las hace perdurables al devenir del tiempo. ¡Suerte, compañeros!.
No quisiera olvidarme de recalcar el acierto de la portada, de mano de Jose Luis Algar, que me parece una perfecta puerta de entrada a las maravillas que esconde en su interior y la no menos exquisita aportación de Guille Mostaza en el apartado técnico. Gracias amigo (s) por estas canciones que seguramente serán banda sonora de mi camino venidero, y que digo con el corazón en la mano que tiene esa patina que las hace perdurables al devenir del tiempo. ¡Suerte, compañeros!.
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