Vampire Weekend descansan y Fair Ohs les toman la alternativa, cúal torero espavilado, en el caso de que existiera alguno de esos, que sería mucho suponer.Es evidente que su sonido viene a expensas del éxito de los anteriormente nombrados, y no mejoran ni empeoran lo conseguido por estos, tan solo rellenan nuestra antropofágia de hits banales y de regusto veraniego.
No hay ninguna canción redondísima, y además tocan bastante como el puto ojete, pero sobreviven dignamente con por ejemplo con Katasraj, que bien podríamos catalogar de dos canciones en una, que arranca con atmósfera ambient y termina en una espécie de punk descacharrante; e incluso, aunque con menor puntería, salvaría de la quema la titular del disco, ya que es simpática sin más, y no jode el oído como cantantillos nacionales con voz de bocina, o Eden Rock, perfecta para escuchar tirado en la arena de la playa (cosa que yo no voy a hacer), mojito en mano y con pestazo de crema solar derritiéndose en tu cuerpo.
Nada nuevo en el horizonte, eso si, posible hype a la vuelta de la esquina...
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