Reconozco que mis primeros acercamientos a este grupo no fueron nada afortunados, ya que fueron vía recomendación en una revista de un tal Thom Yorke, y cuando The White Stripes la estaban liando muy parda.Me dieron, antes que nada, la sensación de grupo que nace a rebufo del hype, y además a día de hoy me temo que no haría caso de ninguna recomendación del amo y señor de Radiohead.
A este El Camino llegué por la razón que vi que en tareas de producción andaba Danger Mouse y eso siempre me provoca interés de entrada, y como no podía ser de otro modo, han superado las expectativas de una manera descomunal.
Riffs increibles, rock fibroso pero cargado de luz, con influencias claras de grupos como Led Zeppelin, T-Rex, Status Quo o Rolling Stones o las múltiples reencarnaciones de Jack White, en canciones tremendas como Gold On The Ceiling; Lonely Boy; Run Right Back (una de las más pop); o Hell Of A Season, que bien podrían ser clásicos atemporales del rock. Incluso tienen tiempo para temas reposados y hermosos como Little Black Submarines, que me suena ligeramente a Starway To Heaven.
El disco no pierde comba en ningún momento, y te acaba dejando exhausto y satisfecho, y me enorgullece de que se siga practicando buen rock'n'roll aún a día de hoy, en que las maquinitas gobiernan el mundo y las tendencias.
Más vale llegar tarde que nunca, ¿no?.
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