Que podamos decir, por suerte, que el gran Antonio Luque es un genio comprendido, es ya mucho en este país de Bustamante y pandereta.
A pesar del breve espacio de tiempo entre este Menos Samba y Presidente, la inspiración emana en todos y cada uno de los temas que integra en sus adentros, además no deja títere con cabeza sea de forma sutil o no.
Canciones que ya nada más nacer serán seguro nuevos clásicos de su ya increible repertorio, como ese noise-rock que es Hot Mothers; la apacible normalidad venenosa de Todo acerca del cariño con trazos como "me gusta pescar, será que aprendí de niño, como lo fundamental , todo acerca del cariño".
También disfrutamos con la tropicalista La curva de la felicidad (¡que tiemble El Guincho!) que la carga el mismo diablo; ese irrepetible country tex-mex titulado Las Habichuelas, con delicadezas tales como "me duele por Isabel, la que ahora es periodista y cuenta lo que le dictan porque no quiere engrosar la lista, la de la cola del INEM, allí si que no iría conmigo, sabes que te digo, que también a esa le den", o de la recitada y cyber-punk La Arenga De Los Sindicatos Futuristas.
No hay nada de relleno en este nuevo tratado de surrealismo y mala leche, y queda claro que ya sea como Sr. Chinarro o como Antonio Luque, iremos servidos de genialidad y verdades por un buen tiempo, que tampoco es que la cosa abunde.
¿Preparados para la Revolución Chinarra?
No hay comentarios:
Publicar un comentario