Antes que nada. creo que no me es nada fácil analizar exhaustivamente un cd completo de covers de The Beatles, por todo lo que emocional y musicalmente comporta, y menos si se trata de una de las bandas sonoras más geniales de la historia de la música.
La revista Mojo no deja de nutrirnos de pequeños deleites de este tipo, aunque no siempre los resultados que haya en sus adentros sean para tocar campanillas, como por ejemplo lo que hace el tal Jim White con All Togheter Now, o a mi entender el desastre de Bill Wells & Aidan Moffat haciendo añicos la vida que aportaba Yellow Submarine, transformándola en una espécie de rapsoda a lo Lou Reed más truñaco.
Tampoco el gran Howe Gelb sale muy beneficiado en su aproximación a la riquísima en matices Eleanor Rigby, obsequiándonos un sopor de magnitudes extremas, o Cornershop (y su puñetero sitar) con los que no tenía ninguna esperanza con Love You To (y en general) y confirmé expectativas, vaya que si las confirmé.
Pero en la banda de los aciertos, brillan con luz propia, por ejemplo Thea Gilmore con una hermosa revisión de All You Need Is Love, totalmente personalizada a su estilo y voz; My Darling Clementine transformando en un country del mismísimo Nashville la redonda I'ts All Too Much; o Gravenhurst, acercando al libro de estilo de Simon & Garfunkel, sin dejar de aportar pinceladas de modernidad por ello, Only A Northern Song.
Un disco que provoca curiosidad inmediata, pero en el que fallan los grandes nombres (incluso Baxter Dury con When I'm Sixty-Four) pero que no es un desastre, ni mucho menos, y se deja oír si se hace sin prejuicio alguno y pensando en la valentía de los artistas de aceptar ese reto.
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