Siempre he creído que esta legendaria banda liderada por Paul Stanley y Gene Simmons vendían más parafernalia e imagen que buenas canciones, pero como todo siempre hay una excepción...y es esta.
Dejar claro antes que me ataque alguien de la Kiss Army que esto es solamente mi opinión y nadie tiene porque compartirla, solo faltaria. Si además digo que la descubrí en un directo de los catalanes Lax'n'Busto que la versionaban muy energicamente, lo cual en la parroquia más heavy ya remata mi sentencia de muerte.
Un tema redondo, fiel reflejo de los cánones estéticos y sonoros de lo que es el glam-rock y con ese poder de las grandes canciones de hacer que la vayas cantando todo el día inconscientemente tras su escucha. Más o menos como pasaba con cualquier canción de los Ramones.
Lo de los disfraces y tal, que conste en acta que me encanta, quizás lo que más del grupo, pero encandilado de adolescente me compré el Dressed To Kill por esta canción y si pudiera lo devolvería hoy mismo, ya que es bastante una mierda.
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