Llevo siguiendo a Sidonie desde los inicios de su carrera, y tras múltiples escuchas de este disco, solamente puedo decir que mi admiración hacia ellos va in crescendo a cada paso ya que son incapaces de repetirse, pero eso si, no pierden su esencia para nada.
Los protagonistas principales de este trabajo se podrían decir que son los teclados y los sintes, cosa a la que no nos tienen demasiado acostumbrados, y que tiene su máxima expresión en Las Dos Coreas, canción con una influencia de Kraftwerk que tumba de culo; pero que es capaz de conseguir resultados sutilmente bellos como en la titular Sierra y Canadá (Historia De Amor Asincrónico); la exquisitamente pop Un Día De Mierda que se viste de la magia de los temas de McCartney en The Beatles, o la rompepistas Rompe Tu Voz, que espero y deseo (e incluso sueño) que hagan remezclar por David Van Bylen, ya que me parece un tema que da mucho de si.
Canciones con las que empatizar con la muchachada en los conciertos como Estáis Aquí, en la que en algunos momentos la voz de Marc llega a ser similar a la de Donovan y una de las que serán (o ya son) punto álgido en vivo como El Mismo Destello, que sabes desde la primera escucha que será uno de esos himnos atemporales de la banda. Vaya, que si hay que buscarle algún defecto, y después de verles juntos en un vídeo versionar a Julio Iglesias es que no haya una colaboración con nuestro querido, admirado y sin embargo amigo, Carlos Cros.
Material disfrutable al 100%, un nuevo paso adelante de la banda (y ya van...), pero sobre todo una patada en todas las bolas a toda esa gente que se limita a criticarles por llenar recintos y vender más discos que la mayoría de bandas de sonido independiente.
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