Lo de Mourn no es ni cuestión de suerte, ni de estar en el momento justo en el momento indicado, lo suyo es y ha sido llevar a cabo una historia en la que expulsar y/o depositar todos sus gustos e influencias para crear un sonido propio y reconocible.
Lo mejor de todo ello es que han conseguido unas canciones con las que gracias a ella después de mucho tiempo poder hablar de ellas con emoción con mis amigos y conocidos, que se han enamorado desde la primera escucha y gracias a mi incitación y/o recomendación, lo que te infla el pecho como un pavo en ciertos momentos.
Hay material inflamable como mi favorita desde el primer momento Your Brain Is Made Of Candy; temones por los que mataría Courtney Love como You Don'T Know Me; desquicies totales como Squirrel; la fiera Misery Factory; o la "autobiográfica" Otitis, y todas ellas nos llevan de inmediato a ese Seattle de principios de los 90 sin mover el culo de la silla.
Además de lo de Pitchfork, NME y demás historias, lo de esta banda merece atención y estudio, ya que si desde su primera referencia nos han dejado a todos con la boca abierta, a ver con que nos pueden deparar en un futuro. Por si acaso nos mantendremos atentos...
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