Me resulta algo sorprendente estar reseñando a esta chica. No por que sea mala gente, ni estira bolsos a las ancianas ni nada por el estilo, simplemente que no es demasiado lo mío y me quedo atónito de prestarle más atención que a otros trabajos.
Vendió 6 millones de discos de su disco de debut, ese pastelazo de soul para todos los públicos llamado Rockferry, que aunque tenía alguna canción más que digna, andaba bajo de credibilidad.
Para este segundo disco, se ha desprendido de Bernard Butler y se ha puesto a componer mano a mano con Albert Hammond, si si ese de La Espinita, y con Stuart Price para que le diera un toque más electrónico en algunos momentos del trabajo que nos ocupa.
Mi visión a grades rasgos, es que nos encontramos ante un disco más pensado, pero también más mimado hasta el último detalle, no hay más que ver esa portada de regusto clásico y sobre todo muy muy fresco.
Single de nivelón con Well well well, con la base de The Roots, aunque a servidor le parezca que en algún momento van a aparecer Snap gritando eso de "Snaaaaaap the powaaaaah". Como mínimo muy bailable.
Breath away, otra maravilla que te transporta directamente a los años 50, donde destaca la voz, aquí menos chillona de lo habitual; Endlessly, meláncolía de nivel con bases acústicas y donde resuenan los surcos del vinilo, o ese hit-single potencial que es Girl, que la peta a base de bien, dejan latente que aunque la van a machacar como pasa muchas veces con el segundo trabajo discográfico, se ha currado el disco que ella quería hacer y que a mi me parece, como mínimo, que no está nada mal.
Está guapa en la portada, ¿no? A mi me lo parece...
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