Que aquí hemos estado siempre atentos de Jaume Pla no es ningún secreto, incluso de haber inaugurado unos años antes el blog, seguro que hubieramos dedicado algunas líneas a Holland Park, que me encantaban.
Para este, su último paso (siempre hacía adelante), Mazoni sigue la estela del último The New Raemon y nos pone ante los ojos (y oidos) un material interiorizado, oscuro y existencialista.
He de reconocer que de buenas a primeras, este nuevo giro me echó atrás, pero con la paciéncia que merecen las cosas bien hechas, al final me rendí a sus encantos, como siempre me ha pasado con este artista.
Cuando al oir los primeros murmuros de la titular, una intro preciosa, crees que va aparecer Boney M y de golpe y porrazo se transforma en un sueño coral a lo Brian Wilson, ves que lo que se cuece es algo que no nos esperabamos ni de rebote, para que entre una de las canciones más increibles de los últimos tiempos, Per primer cop, con un juego melódico adictivo y una letra cargada de recuerdos y melancolía.
Solo se acompaña del piano en la preciosa El dubte, con cierto punto a Nick Drake; sigue creciendo en los temas pausados como La Galàxia interior y Ulisses i el full en blanc, donde me recuerda vocalmente al Gerard Quintana de Plou i fa sol, o el homenaje sútil a los Mishima en L'home número 12, véase "l'home número 13 canta a sobre dels Mishima, i cantant es distreu i entra en sentit contrari a l'autopista, les botzines interpreten sinfonies contemporànies i la veu d'en David pren un altre color", para rematar con el ending Fins que la mort ens separi II, con vocoder incluido y matar con Aixó nostre, que nos devuelve al Mazoni más "nostrat", ese que nos recuerda tanto al grandioso Quimi Portet.
Pasos adelante de uno de los mejores músicos de nuestro país petit, con un poso que hay saber degustar sin prisas y que solo nos hace pronosticar nuevas glorias venideras. Lo único que no me gusta es la portada, pero alguna pega tenía que encontrarle, ¿no?.
^_^
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