Si algo está claro es que Sergio Vinadé y los suyos son pieza básica en nuestro pop.
Siempre partiendo desde un gusto exquisito por el estribillo perfecto, y tras un disco increíble como Os reís porque soís jovenes, nos ofrecen este EP de cuatro canciones para controlar nuestras ansías de más.
En este caso, no sabría cual de ellas es mejor que la otra, y sin perder el sentido del humor nos regalan canciones con títulos como Yo no quiero sonar moderno, haciendo suyo el legado de Teenage Fanclub y que a la vez es toda una declaración de principios, ahora que lo que manda para ser la polla es querer sonarlo (moderno), a base de maquinitas y ruidos estridentes.
Armas tomad, otra belleza con una tonada que me transporta a mis adorados Gigolo Aunts; o El alúd, típico y total sonido Tachenko, con el included de unas trompetas a los Calexico taciturnos que tan buenas tardes nos han dado.
Y guardaba la sorpresa para el final, y es que es de osados versionar el mismísimo Mediterráneo de Serrat, salir ileso y seguir sonando a tí mismo, y todo eso sin haber hecho una herejía de dimensiones bíblicas tiene lo suyo. Son grandes...¡y punto!.
Ahora, a que llegue el ansiado Palmfest y poder disfrutarles de nuevo en directo, que ya hace un tiempito que eso no se tercia, y a ver si puedo conocerles in person y hacer alguna fotito y alguna cerveza. Por pedir que no quede, ¿no?.
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