Os voy a presentar el que será el número 1 de mis discos internacionales del año, y además con diferencia abismal con los demás.
Siempre fiel adorador del talento de esta señora, diva del new age para muchos, para servidor una increible buscadora de sonidos y sensaciones, y por supuesto menos ida y en una nube de ego, como una islandesa que me sé yo.
Un homenaje a los compositores clásicos como Debussy, Schubert, Chopin, Bach o Satie, siempre desde su genial perspectiva, en un disco conceptual en el que se hace acompañar de la Apollon Musagète String Quartet, y de su hija Natashya Hawley para crear y recrear exquisiteces que rozan lo súblime y que dan a la palabra bello un nuevo sentido, como Carry, elegida como primer single; ese espectacularidad llamada Snowblind; o Cactus Practice; mi favorita Edge Of The Moon; o la titular Night Of Hunters; o todas a resumidas cuentas, ya que una no puede convivir sin la otra.
Bonito hasta decir basta, que en los tiempos que vivimos podamos disfrutar de discos hechos a base de violines, obóes, flauta e instrumentación rica y variada, no nos aburra ni colapse, sinó que nos haga volar a lugares mejores, subidos a lomos de esa voz increible que se gasta la Amos y que aquí está mejor que nunca, con todo lo que es decir tal afirmación.
Consigue con Night Of Hunters hacer suyo ese párrafo de La Habitación Roja de "los clásicos serán siempre modernos". Simplemente increíble, no puedo definir esta maravilla de otra manera...
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