Al enfrentarte a cada nuevo disco de Manic Street Preachers ya sabes que te vas a encontrar la mayoría de esas cosas que te han hecho quererles a lo largo de los años.
Hablo de su militancia política, su emoción a la hora de decir cada palabra, y sobre todo esa épica marca de la casa que esperamos que no pierdan jamás.
Pongámonos en harina, y centrémonos en las canciones que conforman este Resistancce Is Futile. Diré que la primera de ellas que me impresionó fué International Blue, canción dedicada al pintor realista Yves Klein, y en la que los sintes ochenteros le dan un aire diferente a la música de los galeses y es fácil imaginarla en alguna peli de Michael J.Fox de esa década.
Momentos de emoción absoluta en momentos como Distant Colours (la voz de James Dean Bradfield empuja de siempre a eso); en Hold Me Like A Heaven, que si fuera de Arcade Fire nos la estaríamos comiendo con patatas y ellos al no tener ya tanto foco pasa un tanto desapercibida; o Liverpool Revisited, un tema marca de la casa, de esos a los que personalmente me es imposible resistirme.
En definitiva, un discazo de tres pares de narices, cosa a la que los Manic no han dejado de acostumbrarnos, que esperemos que así siga siendo muchos discos y muchos años, y que el samurai de la portada parece ser que así será. Seguramente daré resumida cuenta de lo digo en mis listas de lo mejor del año.
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