Este es otro de los casos en los que me enorgullezco de hacer reseña de un mismo grupo, debido a nuestra corta edad y a lo que me gustan ellos y su fructífera productividad.
El primero, el necesario L'obligació de ser algú, nos mostró a un grupo con un gusto exquisito, con unos referentes no explotados por estos lares y una claridad en las letras y en la forma de expresarlas capaz de abrumar.
Como era de lógica, la crítica se rindió a sus pies y los que nos enganchamos, pues disfrutamos como enanos.
Y aqui, en Les paraules justes, aparte de acertar con el título, nos enseñan su microcosmos, sin grandes cambios, pero todo corregido y aumentado, y siempre para mejor.
Un trabajo con un despliegue de detalles, tanto en el tratamiento instrumental, como de los voces, vease el caso en No pas de tots, dónde esos coros que parecen salidos de los mejores tiempos de Brian Wilson, junto a esos frágiles acordes de guitarra, hacen que se nos ponga el vello de punta ante tanta belleza en tan poco tiempo.
Tampoco es para menos, mi preferida del disco, tal vez por la identificación actual con la letra, que trata del final inevitable de una historia de amor, la GENIAL (en mayúsculas, sí) En el record, con esa armónica que hace que llores si todavía no lo estás haciendo y Pere Agramunt cantándonos con total sinceridad algo que nos puede pasar a todos.
Pero no sólo de influencias anglosajonas vive el hombre y por lo visto, a los chicos de La Brigada, el maestro Pau Riba, les toca bastante, al menos eso me huelo al escuchar Nit d'hivern.
En dos minuts nos traen el regusto country-folk que nos hechizó en el disco anterior con Les fulles mortes y aciertan escogiendo El futur de l'art como single de presentación de este nueva joya de orfebrería pop, la cual nos da una buena muestra de lo que encontraremos en el interior.
Un paso adelante; un disco del que nos sentiremos orgullosos, si llegamos, de mostrar a nuestros nietos la buena música que se cocía en esta humilde zona de mundo.
Yo me he hecho más fan todavía, así que no perdais la oportunidad de disfrutar de ellos y con ellos. Y además en tiempos venideros, disfrutaremos todos del Test Telúrico que nos a respondido Pere, que tiene miga, ya lo digo desde ahora...
El primero, el necesario L'obligació de ser algú, nos mostró a un grupo con un gusto exquisito, con unos referentes no explotados por estos lares y una claridad en las letras y en la forma de expresarlas capaz de abrumar.
Como era de lógica, la crítica se rindió a sus pies y los que nos enganchamos, pues disfrutamos como enanos.
Y aqui, en Les paraules justes, aparte de acertar con el título, nos enseñan su microcosmos, sin grandes cambios, pero todo corregido y aumentado, y siempre para mejor.
Un trabajo con un despliegue de detalles, tanto en el tratamiento instrumental, como de los voces, vease el caso en No pas de tots, dónde esos coros que parecen salidos de los mejores tiempos de Brian Wilson, junto a esos frágiles acordes de guitarra, hacen que se nos ponga el vello de punta ante tanta belleza en tan poco tiempo.
Tampoco es para menos, mi preferida del disco, tal vez por la identificación actual con la letra, que trata del final inevitable de una historia de amor, la GENIAL (en mayúsculas, sí) En el record, con esa armónica que hace que llores si todavía no lo estás haciendo y Pere Agramunt cantándonos con total sinceridad algo que nos puede pasar a todos.
Pero no sólo de influencias anglosajonas vive el hombre y por lo visto, a los chicos de La Brigada, el maestro Pau Riba, les toca bastante, al menos eso me huelo al escuchar Nit d'hivern.
En dos minuts nos traen el regusto country-folk que nos hechizó en el disco anterior con Les fulles mortes y aciertan escogiendo El futur de l'art como single de presentación de este nueva joya de orfebrería pop, la cual nos da una buena muestra de lo que encontraremos en el interior.
Un paso adelante; un disco del que nos sentiremos orgullosos, si llegamos, de mostrar a nuestros nietos la buena música que se cocía en esta humilde zona de mundo.
Yo me he hecho más fan todavía, así que no perdais la oportunidad de disfrutar de ellos y con ellos. Y además en tiempos venideros, disfrutaremos todos del Test Telúrico que nos a respondido Pere, que tiene miga, ya lo digo desde ahora...
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