Parece que siguen habiendo grupos que no les interesa ser los más modernos, ni los más innovadores, ni tan solo los más raros del lugar.
Lucky Soul parece que vivan por y para hacer canciones atemporales. No hay desperdicio alguno en el disco y sólo puedes acabar con una sonrisa trás escucharlo del tirón.
Las canciones podrían ser single todas y cada una, pero la opción que han elegido se me antoja la más correcta en cuanto a potencial propiamente dicho. White Russian Doll, es una canción, adicitiva, limpia, con palmas muy glam, brillante, cualquier adjetivo relacionado con la luz estaría bien empleado.
Lo mismo que Up in flames, que no parece de nuestro tiempo, con ese estribillo tan tarareable y con esa dulzura en la voz que nos entrega Ali, Woah Billy!, que vendría a ser la mezcla resultante de unir a Diana Ross y a Marc Bolan en una sola canción; la muy Jackson Five, Love 3; y no quiero olvidarme de la redondez sorprendente de Aint nothin' like a shame, todo un temazo, con una línea de bajo brutal, unos vientos sorprendentemente más que bien colocados y como a lo largo de todo el disco, la enamoradiza voz de la chica, que engancha y no suelta.
2 de 2. Otro de esos discos que tanto nos apetecen para disfrutar del verano, pero que no molestan para nada en pleno invierno. Van por buen camino.
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