Cuando un artista te gusta y por suerte tienes un lugar donde pregonarlo a los cuatro vientos, eso de la "a la ocasión la pintan calva" se hace tan obvio que no hay otra opción que tirar de ello. Y quién escribe estas líneas es un fan fatal del mundo propio de este gallego único.
Apostó por el tropicalismo antes de que El Guincho lo transformara en tendencia, explorando cada detalle y sin efectismos ni concesiones a la galería, además de contar en sus letras cosas que nos pasan a todos con una naturalidad pasmosa, a ritmo de lounge, pop tropicalista y tantas etiquetas con un poso alegre que no hace falta ponerlas todas. Además, aún tengo en vhs algún clip de su primer grupo, Estereoceano.
Editó su último trabajo, Superdiscotropical, hace cuatro años ya, para desgracia de quienes esperamos sus canciones con ganas. Mientras tanto, no me he cansado de repetir en las reseñas que he hecho de Lori Meyers (no muchas, la verdad) que su vocalista imita e incluso copia en algunos momentos el tono de voz de nuestro protagonista, aunque lo haga sin darse cuenta o incluso no lo admita.
De forma totalmente casera y guitarra en mano, nos muestra un nuevo tema que esperemos que sea la semilla de un nuevo disco, Amapolas En El Viento, que esperamos poder disfrutar y reseñar si eso acaba sucediendo. Nos tienes a tu entera disposición, maestro.
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