Hoy tocaba himno, que tal como andan los tiempos estamos pobres de ellos, y que mejor que uno de auténtico punk y no lo de ahora que es hecho por pijos con cresta contando/cantando cosas que ni siquiera han vivido ni vivirán y escritas en sus chaletazos.
Johnny Thunders tras su aventura fallida con New York Dolls, montó su nuevo banda y crearon esta canción que sigue vigente en nuestros días y con la que es fácil identificarse, incluida en el ya legendario disco L.A.M.F., todo un tótem del género.
Un auténtico hit que bebía de las fuentes del rock clásico, con su pizca de glam y sus guitarras punk-rock, ingredientes necesarios para bailarlo como unos posesos y gastar las suelas de los zapatos, cantarse en plan hooligan y de paso identificarse con la letra, cosas que juntas son difíciles de conseguir.
Adorado por gente como The Replacements, que le dedicaron Johnny's Gonna Die o los alemanes Die Toten Hosen que le citaban en su canción Das Wort Zum Sonntag, y quienes a día de hoy y a modo de tributo siguen interpretando una cover de nuestro clásico telúrico en sus conciertos.
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