Ya se que sonará raro, pero me hice fan de Jukebox The Ghost en la guía que aparece cuando abres la tv de esa marca de telefonía propietaria de todas las líneas, en la que de buenas a primeras comenzó a sonar Everybody's Lonely, todo un tratado de buen hacer pop en poco más de minutos que suena a un poco de Mika, a un poco de Elton John e incluso a un poco de Backstreet Boys.
Claro, me puse a investigar y llegué a este Off To The Races, que desde la inicial Jumpstarted, en la que la influencia de Queen no es solamente evidente sinó que diría que incluso buscadísima, solventándola de un modo personal y que a su vez sirve perfectamente de guiño o tributo a lo conseguido musicalmente por la banda de Freddie Mercury y Brian May.
No se quedan cortos en Fred Astaire, con la que diría que es practicamente imposible no acabar haciendo palmas a ritmo de su estribillo; la certera melodía de People Go Home, que debería encantar a los fans de bandas que tanto cuidan eso como Fountains Of Wayne; o en la inmensa Time And I, en la que servidor no ha podido dejar de pensar en su admiradísimo Ben Folds.
Con esas credenciales me temo que poco queda a objetar, simplemente decir que estamos ante un disco que derrocha alegría, que derrocha color y que desprende amor por la música por todos y cada uno de sus poros, y claro está, estando ya tan cerca los últimos meses de 2018, habrá que hacerle un hueco en la lista internacional de servidor.
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