Siempre antes de tomar parte en cuanto a opinión sobre un nuevo disco de Joan Colomo, lo afrontas con muchas ganas, cosa por otro lado normal si haces lo que te gusta, pero en casos como este con una sonrisa en los labios, ya que sabes de buen seguro que no te va a defraudar.
Este es ya su quinto disco en solitario, y en él encontramos esos detalles tan geniales que nos atrapan sin remedio de este músico catalán, esa forma casi naïf de expresar verdades como puños o sentimientos a flor de piel, que consigue así que te calen ambos bien a dentro.
Títulos del nivel de Menos Es Marx, que te engancha con esos sutiles arreglos electrónicos en algún momento casi tropicales; como Un Nantes y Un Después, que podría perfectamente hablar de la ciudad de Tortosa en parte de su letra; la magnífica Sentit Comú, del que he robado un fragmento para siempre de los siempre ("el meu sentit comú acaba on comences tú"); o el pedazo de hit que es Núcleo Duro, de letra anarquista a la par que hedonista y armada de momentos como "quiero plantar tomates y comer coliflor, yo solo pido que nos dejen en paz, que nos dejen en paz, que se coman su ley, en su mundo irreal a mi no me veréis" que dejan claro que Colomo no se calla nada.
Un disco de largo recorrido como todos los de este tierno y surrealista autor, que tiene de single de presentación la simplemente bella Les Coses, en la que de algún modo es inevitable por sonido y por la forma de desgranar las palabras pensar en Albert Pla, cosa que a mi entender solamente puede ser buenísima. Emocionante, loco, divertido, lúcido son solamente algunos de los adjetivos con los que catalogar la música y el talento de este artista único, y obviamente este nuevo disco.
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