Estos últimos días se cumplen tres décadas de la publicación del que está considerado uno de los mejores álbumes de la música reciente. No hay para menos, ya que muchas de las canciones que lo componen son verdaderos himnos para la mayoría de los coétaneos del mismo.
Estamos hablando del disco Disintegration de la banda británica The Cure. Se encargó de publicarlo el sello Fiction y se encargaron de la producción, su líder y vocalista Robert Smith junto a Dave Allen. Yo recuerdo redescubrirlo como es debido al mismo tiempo que el Funeral de Arcade Fire (si, un poco tarde) y los asocio mentalmente sin remedio.
Era el cuarto y último single que editaron del mismo tras Lullaby, Fascination Street y Lovesong. El que nos ocupa, en su edición como single y que se publicó en marzo del año siguiente con Last Dance como cara b del mismo.
Smith contó que se inspiró para crear en este tema tras un incendio que se produjo en su residencia y que tras buscar entre las cenizas restantes, encontró su cartera en las que había fotos de su mujer Mary y utilizaron una de ellas como portada del sencillo.
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