Julio De La Rosa come aparte desde siempre, y pone por delante de todo lo que hace su talento desbocado sea para bien o para mal (esto último sucede más bien poco), tanto en su faceta como compositor de bandas sonoras, o como cantautor.
El título del disco no podría ser más acertado, y nos relata con aparente normalidad esas pequeñas taras que sufrimos todos, tal vez de modo más luminoso de lo habitual, además muy bien acompañado de grandes artistas de nuestra escena independiente.
Es el caso de Gigante, título que comparte con quien colabora en la misma, Xoel López, además de Annie B Sweet, y con una letra que bien podría ser su Hay Un Hombre En España particular, pero más explícito y contundente que los Astrud; en La Fiera Dentro con Bunbury (¡que duelo de titanes!), la cual sería de las más destacables de Las Consecuencias de haber estado en su interior; o Miren Iza de Tulsa en la totalmente increible Un Corazón Lleno De Escombros, una de las mejores canciones que se puedan escuchar últimamente, entre las más destacadas.
O sentir de inmediato identificación total con Tarde A Todas Partes, quizás mi preferida si elegir fuera posible, una de las más obviamente pop del disco y posible hit underground si el mundo fuera perfecto. No hay desperdicio que valga en las nuevas canciones de este andaluz errante, y como a Nacho Vegas y algunos pocos más, le debemos respeto y que se les tenga que dar de comer aparte.
Genio y figura...
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