Un ejercicio de estilo (estilazo), de conocimiento pop, y con su personalidad subrayada con amarillo fosforito, va desgranando pepinazos uno por uno y no puedes hacer más que quedarte asombrado y enfadarte porque haya tardado tanto en lanzarse a la aventura.
Nada "marr" (jejeje) entrar The Right Thing Right, disipas como sonarían los The Smiths a día de hoy de seguir en pie de guerra; en I Want The Heartbeat suena como los últimos R.E.M. (¿o ellos sonaban a él?); en Word Starts Attack destroza caderas a lo Kapranos.
Aunque las que encogerán el corazoncito de los seguidores de su emblemático grupo madre serán New Town Velocity y sobre todo European Me, en la que esperas que cualquier momento aparezca Morrissey, aunque sea ciencia-ficción pensar eso.
Un disco de puro sonido brit, el que consigue ponerme burro al 100% como ninguna música en el mundo, y para alinear junto al nuevo disco de Ocean Colour Scene (que aviso que reseñaré en breve, a riesgo que por decirlo haya quién quiera hacerlo antes), y el futuro nuevo trabajo de otro llamado a ser un tótem, el gran Miles Kane.
Osaría lanzarme a decir que le dá de ostias a muchos jovencitos con flequillo con uno solo de sus punteos...
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