Tras ese título tan directo se esconde la cruda realidad de los días que estamos viviendo, y lo reafirman en las letras de las canciones, en que luchan de algún modo por mantener su orgullo intacto a pesar de las circunstancias ajenas.
Bebiendo sonoramente tanto del noise-pop 90's de grupos como The Lemonheads o Pavement y de la escuela del pop en castellano de los 80 hacía adelante, esconden grandes letras entre la capa de distorsión, como la titular Más Humillante Que Doloroso, canción tremenda con un grito en al arranque que recuerda a los Dinosaur Jr. de Freak Scene, y que nos cuenta encuentros (y desencuentros) complicados por el devenir del tiempo.
El himno de como aprender a entenderse uno mismo que es El Delito No Prescribe; o ese pop redondísimo que compone Hace Tiempo Que No Existimos, que divaga sobre si estamos vivos, ai somos unos fantasmas o simplemente formamos parte de este mundo, tanto en el sentido real como en el figurado.
Marcar con fosforito amarillo brillante las guitarras y la contundencia rítmica de la canción con la que acaban el disco, Reflejos En La Meseta, que incluso por el título nos puede llevar a pensar en Los Planetas de Super 8, aunque lo mismo se podría decir a grandes rasgos de mi favorita entre todas ellas, En Mi No Hay Calma, que con esos "uuuuuh uuuuhs" perfectamente colocados, multiplica por millones su poder de adicción.
Canciones inteligentes vestidas con un sonido directo y fresco que me temo que solamente les va a traer muchas alegrías a los chicos de Alborotador Gomasio. No creo que me equivoque...
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