Esperaba con muchas ganas la edición de este disco, el primero de Víctor con el sello El Genio Equivocado, y con el que demuestra que apostaron acertadamente, ya que creo que está llamado a ser uno de los mejores del año, con lo osado que es decir eso cuando aún no hemos llegado ni a la mitad del mismo.
Ha sido un no parar de darle al play (en Deezer), es lo malo que tiene vivir en una ciudad sin tienda de discos en kilómetros a la redonda y odiar Spotify, pero éste es de esos que hay que tener en la estantería y en formato físico, háganme caso.
Un trabajo que nace con la hermosísima El Nogal, inspirada en sus abuelos maternos, y que te pone de inmediato los pelos como escarpias de tanta belleza como esconde; que contiene la casi (que rabia lo del casi para que suene bien) perfecta La Era Punk, la que fuera el primer avance de este Verbena y la que nos puso la miel en los labios; y que contiene el pepinaco y mi actual adicción total, Terrorismo, ya de por si vale su peso en oro.
Como anécdota me gustaría citar que escuchando otro de las que están llamadas a ser puto hit, No Bailes, pensé en el desaparecido Sergio Algora de El Niño Gusano (con quién comparte talento y apellido nuestro protagonista) por uno de sus párrafos "que todo lo nuevo es lo mismo de febrero, que soy como un objeto" concretamente, que me transporto de inmediato a la mágica Duerme de los maños, justo a "soy como una vieja atracción que un día sirvió para pasarlo bien". Vale, cosas mías, no me hagan caso.
Es que no me gustaría dejar de destacar ni una de las canciones que forman este discazo, perfecto ya desde la portada, así que os pongáis Por Favor, Un Superhéroe, Monty Cliff, la espectacular Muerdealmohadas ("que pienso mucho en el futuro y no disfruto del presente, pero tengo miedo a decepcionarte"), o cualquiera que sea la que uséis como primera toma de contacto os hará enganchar de inmediato.
Letras inteligentes, cotidianas y universales a ritmo de electro-pop con alma, de mano de un músico que debería estar de hace años en lo más alto de las preferencias de nuestro público. De momento, con este ya la está liando pardísima, cosa de la que personalmente me alegro por mi admiración total hacia él. Me quedan muchísimas escuchas que darle, y por muchos años que pueda hacerlo.
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