Personalmente, creo que Thom Yorke ha entrado desde hace algún tiempo en un estado de trance mesiánico contínuo, y a mi entender (concreto mucho esto, ya que no espero que nadie lo comparta) aburre a las ovejas ya. Ahora nos ha salido que retira de Spotify su música en solitario y la de Atoms For Peace, ya que dicen que pagan una mierda. ¡Oh, ha descubierto la sopa de ajo el tio!. Lo que no entiendo, para empezar, es la razón por la que no han retirado la de Radiohead, ¿esa si le genera beneficios?.
Alguien que hizo casi apología de la descarga gratuita o en su defecto al precio que dictara el consumidor, ahora que quiera proclamarse adalíd de esta lucha que sufren muchos artistas infinitamente más pequeños que él y que ni tan siquiera tienen opción de colgar sus canciones ni en Spotify ni en ningún sitio al no tener sello ni presupuesto para autoedición y autopromoción, y que se ganan la pasta de sala en sala y con la guitarra a cuestas, ¿que nos cuenta este tipo?.
Creo firmemente que sufre ese síndrome que relaciono de inmediato con Bono, el recurso del aplauso fácil y la proclama del músico adinerado, que la mayoría de veces esconde o camufla que su talento es aquel puntito que se ve a lo lejos en el horizonte. Remataré diciendo que nosotros obviamos por principios de hace tiempo la dichosa página de streaming ya que por el contacto con músicos sabemos de las formas de estos sacamantecas, y pedimos cuando nos envían música no física que no sea por allí al menos.
Si ahora el tal Yorke ( y su ejército talibanista que no deja opinar lo contrario de lo que él dice jamás sin ofender) se cree el salvador del universo, vamos listos, ahora que tiene los bolsillos llenos y se los seguirá llenando. Voy a bostezar 500 veces y ahora vuelvo...
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