Recuerdo perfectamente mi emoción cuando escuché por primera vez el disco de debut de Jake Bugg, que como bien dije en esta humilde página, aglutinaba perfectamente la frescura de los primerizos Arctic Monkeys y ese aire tanto en la voz como en el sonido a Bob Dylan.
Nada de eso encontramos en éste Hearts That Strain, de tono más pausado, y que fué grabado en su mayor parte en Nashville y con músicos que tocaron con el mismísimo Elvis Presley. Aunque creo que poco se nota en las canciones ninguna de las dos cosas.
En temas como Every Colour In The World o Southern Rain, parece querer acercarse más a Cat Stevens que a ningún artista country; lo mismo que en How Soon The Dawn, que puede recordar en algunos momentos al How Deep Is Your Love de Bee Gees, pero en cualquiera de los casos sin llegar a conquistarnos en exceso.
El rayo de luz y con el que nos hace viajar al citado primer disco es Burn Alone, en la que cuenta con la colaboración de Dan Auerbach de The Black Keys (que también participa en la anteriormente citada y en In The Event Of My Demise), y es la única que tiene nervio y chispa suficiente para no desengancharnos de este talentoso y joven músico.
Y es que siempre desde una perspectiva personal, creo que se trata de un disco de transición, de querer alejarse de su zona de confort. Sea como sea, no vence ni nos convence. Habrá que ver si en futuros pasos sigue por este camino o nos da una alegría a los que le preferimos más movidito.
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