Aún a día de hoy le sigo diciendo a mis amigos que el concierto que más me ha impactado en la vida es el que disfruté de nuestro protagonista hace ya unos años en el Teatre Romea, en el que dejó escrito a fuego según mi entender, que esto suyo es genialidad pura y absoluta.
Demasiado tiempo sin material nuevo como para que este La Clau De Girar El Taller, no nos sentara como agua de mayo con todas y cada una de las canciones que lo forman, en que la personalidad del de Salt alcanza puntos que están por encima de la música incluso.
Y así, encontrar piezas de tal belleza como La Rialla Del Teu Cor o Tornavís acaba pareciendo que sea sencillo hacer arte; On Anem, que sonoramente me ha transportado a los primeros Umpah-Pah y en la que además cuenta con la ayuda de Bunbury; la emocionante y evocadora Esbrina; o ese El Boig Del Teléfon Roig, en la que vemos a un Puntí en diferentes facetas, ya sea contundente, juguetón, intenso, pero por encima de todo, siempre lúcido.
También destacar Fill De Presons, que haría las delícias de uno de sus héroes como es Tom Waits, y claro está, la titular del disco (además del single de presentación del mismo), una canción en que personalmente veo la influencia del Bowie/Ziggy Stardust, y que se me antoja irresistible para cualquier oído. Adrià Puntí está por encima del bien y del mal y nosotros deberíamos sentirnos privilegiados por ser contemporáneos de este artista único, al que únicamente le pondría la pega de hacernos esperar tanto para disfrutar de su talento. ¿Obra maestra?..., seguro que si.
Es una pena que no se incluyan las letras en el CD.
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