En cada paso con Inspira, si algo me ha impactado enormemente de Jordi Lanuza es esa voz cargada de verdad capaz de desmontar a cualquiera. Lo hizo con la banda, y lo vuelve a hacer ahora en solitario y con su nombre como bandera del proyecto.
De nuevo (y gracias por ello) bajo la producción de Pau Vallvé, nos emociona con canciones cantadas en primera persona, armado con su guitarra acústica, y cargado de sentimientos y emoción reales.
Y esto último es visible desde la inicial Continuar, hasta el último acorde de Gotes D'esperança. Y en el trayecto de una a la otra, no puedes más que sentirte identificado, y suspirar por todas las veces que te ha estrujado la patata.
El Sol i La Nostàlgia, todo un canto a la reflexión (interna y externa); Amor Absolut, a la que no se puede objetar nada a un título tan certero con su contenido; la preciosa Mentre Dorms, con la que no puedo evitar poner los ojos vidriosos en cada escucha; o la magistral Perdre Pedres, que con sus punteados (que conste que es cosa mía) me ha transportado a esa banda de culto catalana con un único disco en su haber, Zitzània y su nunca suficientemente reivindicado La Peixera Dels Tòtils; todas son muestras de la maestría de esta artista.
Un bello y emocionante paso adelante en la carrera de este musicazo, al que cada vez que voy al Vinil(o) (por desgracia y por distancia, bastante poco últimamente) quiero decirle lo que me gusta su música y el talento que tiene, pero nunca lo hago. Habrá que solucionarlo...
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