Corrían vientos hippies, de cambio de mentalidades, pero el gran Dino iba a lo suyo, a interpretar canciones que en su voz se hacían más atemporales aún, y traspasaban la barrera del paso del tiempo siempre en plenitud de forma.
Incluida en un álbum de título homónimo, Gentle On My Mind, es una de esas delicatessen de arreglos inolvidables e impecables que también tuvo sus adaptaciones de la mano de Elvis Presley, Frank Sinatra o Glen Campbell, pero a la que nuestro canalla favorito le sumaba ese encanto tan particular que llevaba implícito en cualquier cosa que hacía.
De la producción del disco se encargó Jimmy Bowen, y de los arreglos antes citados un maestro del calibre de Ernie Freeman, consiguiendo unos resultados que llevaron a este material a ser de los favoritos en las listas de USA y UK. Como siempre, por aquí nadie se enteró de estas joyas.
Siempre es un gustazo para nuestros oídos y para nuestras almas que Dean Martin aparezca por las páginas telúricas, así que cuando le tengamos de nuevo ganas, volveremos a colarle con otro de sus maravillosos clásicos. Que ustedes lo disfruten...que lo harán, seguro.
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